El Club Atletico All Boys es un club deportivo argentino del barrio de Floresta,fundado el 15 de marzo de 1913. Su principal actividad es el futbol, donde milita en Primera Division.

sábado, 23 de octubre de 2010

¿Quién sonríe?

El ex DT de Argentinos, con el de All Boys, a 13 años del último choque. 21 cuadras separan un estadio de otro.
Domenech, ex Bicho, y Romero, ídolo albo, en la previa de un ¿clásico? “Que sea en paz”, ruegan.

Esta tarde no será una más para Floresta y La Paternal. Después de 13 años de abstinencia (jugaron en la B Nacional), All Boys y Argentinos volverán a verse las caras en un partido que para una generación es casi como un River-Boca. Sin embargo, esos pibes que hoy apenas superan las tres décadas desconocen que, en el nacimiento de estos clubes, lejos estuvo la rivalidad. El Bicho y el Albo fueron amigos, clubes hermanos, y hasta se han prestado sus casas. ¿Qué pasó entonces para que esta tarde los custodien más de 600 efectivos? “Cambió la sociedad. Hoy se vive la cultura del aguante, y mal entendida. La cultura de la esquina, vos sos de acá y no podés ir allá: eso quebró una amistad que era hermosa”, dicen Adrián Domenech, coordinador de las Inferiores y fana del Bicho, y Pepe Romero, ídolo y técnico del Albo. Una dupla que  es para entender el significado de este partido que para los que peinan canas es de amistad, y para los nuevos es casi por el honor.
-¿Es un clásico? -Domenech: ¿Clásico? No. El de Argentinos, para mí, es Vélez. Yo no sé de dónde salió eso, ni me acuerdo haber jugado con All Boys. Ahora que pienso, pará, la primera vez que fui al banco fue justo ante All Boys. Pero la rivalidad no existe, es más, conozco muchos hinchas de Argentinos que simpatizan por All Boys. Yo fui a ver la Promoción con Central y quería que ganara All Boys. Con Vélez jugábamos finales, en la época de Diego nos matábamos. Eso es un clásico.
-Romero: Coincido. Muchas familias históricas de All Boys, como los Charadía, solían ir a ver a Argentinos. La historia dice que nuestro clásico es y será Chicago. Aunque tengo en claro que una generación de hinchas lo disfrutará como si lo fuera.
-D: Porque éramos muy amigos. En los 80 compartimos una cena con Maradona y el Pato Sgarra, que entonces era el jefe de la barra de All Boys, así que fijate la unión que había.
-¿Y cuál es el punto de unión más fuerte entre los dos equipos? -R: Sus escuelas futbolísticas. Siempre se defendió el buen juego. Y aunque nosotros abandonamos ese camino, lo estamos intentando recuperar.
-D: All Boys siempre respetó un estilo, y ahora, con Romero, mucho más. Ese punto nos distingue. Los hinchas no soportan ganar si se juega mal.
Domenech ni quiere escuchar la palabra clásico, aunque se esfuerza por ser conciliador con el Albo. “Yo no quiero ningunear a All Boys. Tal vez de acá a diez años pueda darse ese clásico, pero hoy no tiene sustento”, dice.
-Por lo que dicen, ¿vivirán tranquilos el partido? -R: Igual que siempre, sabiendo que son tres puntos que valen tanto como los que logramos ante Independiente.
-D: No, yo tranquilo no; mis nervios pasarán por el momento del Bicho.
Más allá de las sensaciones y la historia, de lo que sientan las nuevas generaciones, entre las 21 cuadras que separan una cancha de la otra sólo se habla del partido. Los barrios están de fiesta y el pedido de los dos símbolos del Bicho y el Albo es el de todos: “Que sea en paz”.