Histórico, inolvidable y vital son los adjetivos que califican la victoria ante River en Floresta.
El “albo” continuó con su encumbrada racha en el Islas Malvinas nada más y nada menos que contra River, rival directo en la lucha por no descender. A la histórica y primera visita “millonaria” en Floresta, All Boys le agregó una histórica, valga la redundancia, victoria por 1 a 0 con un gol del uruguayo Juan Pablo Rodríguez, quien ya se metió en el bolsillo a los hinchas.
Si bien falta mucho para hacer veredicto alguno sobre la tan ansiada permanencia en Primera División, el encuentro ante los “millonarios” tenía una importancia inmensurable no sólo en materia de resultados, puesto que un triunfo del visitante catapultaba a All Boys a la promoción, sino principalmente en el factor anímico porque comenzarían a sobrevolar los fantasmas de las dudas por Floresta.
A fin que ello no suceda, “Pepe” Romero le puso a cada uno de sus dirigidos el overol y dejó para otra ocasión el frac, porque planificó el partido en la zona de volantes con un 3-4-1-2, mordiendo en cada sector, sin dejarle espacios de juego a un rival que como equipo deja mucho que desear pero que tiene las individualidades peligrosas de Buonanotte, Pavone y Ortega como sus principales armas.
El afán en el esfuerzo y en la lucha le permitió ganar en recuperación y hacerse fuerte en el mediocampo pero lo debilitó en la creación de juego y en ataque porque los volantes ofensivos, Grazzini primero y luego su reemplazante Pérez García contaban con muy pocas opciones de pase por los costados, donde All Boys debía progresar para abastecer a sus dos centrodelanteros: Fabbiani y Matos. Fue justamente Rodríguez, quien se mostraba como la única alternativa para llegar por las bandas, desbordar y enviar un centro.
A pesar del déficit ofensivo, el “albo” contó con una chance inmejorable en la primera etapa, cuando el “Ogro” habilitó a Matos con un taco, quien perdió en el mano a mano con Carrizo, una muestra más de la mala racha del número 9.
Parecía que se había dejado pasar la oportunidad de ganar del partido, surgía la sensación que perdonar a un equipo grande como River luego se pagaría caro. Sin embargo, no fue así, a los 8 minutos del complemento las dudas se despejaron cuando Pérez García inició un contragolpe letal, abrió hacia la izquierda donde Rodríguez llegaba “tocando bocina” y el uruguayo de primera sacó culminó un certero “zurdazo” al primer palo que sometió al arquero “riverplatense”.
La tendencia lógica de todo equipo en ventaja a defenderla con uñas y dientes más el adelantamiento desesperado del rival, llevaron a que los minutos restantes del cotejo se disputara en el campo “albo”. Pero los de Romero estuvieron más cerca de ampliar la diferencia que de sufrir la igualdad porque los de Cappa sólo tuvieron dos ocasiones para empatar, ambas por maniobras individuales, una de Pavone que habilitó a Buonanotte pero Cambiasso en forma espectacular le contuvo su remate. En cambio el “blanco y negro”, vestido de azul, elaboró varias chances de gol, como el “puntazo” al travesaño de Fabbiani, pero falló en la definición, en la famosa puntada final.
Por lo tanto, All Boys sufrió más de lo debido en el prolongado final por Pittana, más por temores propios que ajenos porque River en ningún momento dio la sensación que se llevaría al menos un punto de Floresta. En consecuencia se convirtió en una nueva víctima y su lápida ya está ubicada junto a las de Boca, Estudiantes e Indepiendente en el “Cementerio” de Jonte y Mercedes. El equipo de “Pepe” sigue haciendo historia en su casa, sólo falta dar un buen golpe lejos de ella.
