A punto de cumplir 35 años, Sánchez ni piensa en el retiro y dice: “Quiero llegar hasta al centenario”.
El guerrero descansa…Luego de un año muy agitado, y de muchas emociones, Fernando Sánchez disfruta de sus vacaciones y se prepara para el próximo semestre. Lejos de relajarse, uno de los referentes de este momento histórico del club quiere más. A los 34 años (nació el 20/01/76), el Cabezón ni piensa en el retiro y asegura que este fue “el mejor año” de su carrera.
-¿Tan fuerte fue lo que te pasó en este 2010? -Y sí, fue muy loco todo. Siempre lo hablamos con los muchachos. Era difícil imaginarse este momento allá por 2007, cuando arrancamos en la Primera B. Hoy estamos en Primera y con casi el mismo grupo. No sólo para mí, creo que para muchos de los muchachos el 2010 es el mejor de sus carreras.
-¿Se quedaron conforme con los 26 puntos? -La verdad es que el objetivo eran 25, entonces haberlos superado ya te deja satisfecho. Pero cuando lo alcanzamos faltando dos fechas por ahí pensamos que podíamos arrimarnos a los 30. Igual creo que por ahí los árbitros en las últimas dos fechas nos hicieron pagar algunos errores de otros partidos. Pero ya está, creo que redondeamos un gran torneo.
-¿Y qué le pediste a Papá Noel en esta Navidad? -Nada, ¿qué le voy a pedir? Sólo le agradecí porque lo que nos está pasando es increíble. Sería injusto de nuestra parte pedirle cosas. En la vida hay que ser agradecidos y nosotros estamos en una situación en la que muchos quisieran estar. Aunque por ahí se me escapó y le pedí que nos asegure la permanencia el año que viene, je.
-Estás a menos de un mes de cumplir 35 años. ¿Pensaste hasta cuando vas a seguir? -Yo había dicho que me iba a ir evaluando cada seis meses. Pero la verdad es que terminé muy bien este año. Me siento en uno de mis mejores momentos, soy feliz en el club, estoy bárbaro con mis compañeros y me siento importante dentro de la cancha. Voy a seguir un par de años más, y sea ojalá en All Boys. Me encantaría retirarme cuando el club cumpla 100 años (será en 2013), si me dejan, claro...