Túnel de Botta a Barrientos, un patadón como respuesta y estalló el termómetro. Tanto que el referí lo suspendió.
Jueguen al fútbol, la rechoncha de su madre”. Ese fue el grito de Arruabarrena cuando, muy enojado, se fue de la cancha en pleno partido. Es que el Vasco no podía creer cómo se había calentado el amistoso que había arrancado a pleno lujo. Pero un caño de Botta y la posterior patada de Barrientos, encendieron una mecha que siguió hasta que una fuerte entrada de Brau sobre Tellechea hizo que el árbitro decidiera parar el partido y mandar a todos al vestuario.
Antes, se había visto lo mejor. Tigre tuvo las más claras y al Albo le faltó peso arriba. Buen partido de Ortega, que tuvo la posibilidad de convertir cuando metió un enganche como en sus mejores épocas y la pelota se fue apenas arriba. Terminó en empate, aunque el desarrollo se merecía algún gol.
En el segundo tiempo, la pretemporada comenzó a pasar factura. Poco antes de la jugada que marcó el comienzo del fin, Fabbiani se lució con un doble caño y una posterior asistencia a Gigliotti. Pero a los 30 llegó el lujo de Botta ante Barrientos, el volante del Albo lo corrió y cuando el de Tigre ya había largado la pelota, lo atendió con todo desde atrás. Al toque, Rodríguez se trenzó con Román Martínez, Vella le metió una murra a Telechea y Brau cerró la mañana con aquella otra patada sobre el delantero, que generó un nuevo tumulto. El ambiente se había caldeado lo suficiente como para que el árbitro lo enfriara. ¿Cómo? Suspendiéndolo.
Jueguen al fútbol, la rechoncha de su madre”. Ese fue el grito de Arruabarrena cuando, muy enojado, se fue de la cancha en pleno partido. Es que el Vasco no podía creer cómo se había calentado el amistoso que había arrancado a pleno lujo. Pero un caño de Botta y la posterior patada de Barrientos, encendieron una mecha que siguió hasta que una fuerte entrada de Brau sobre Tellechea hizo que el árbitro decidiera parar el partido y mandar a todos al vestuario.
Antes, se había visto lo mejor. Tigre tuvo las más claras y al Albo le faltó peso arriba. Buen partido de Ortega, que tuvo la posibilidad de convertir cuando metió un enganche como en sus mejores épocas y la pelota se fue apenas arriba. Terminó en empate, aunque el desarrollo se merecía algún gol.
En el segundo tiempo, la pretemporada comenzó a pasar factura. Poco antes de la jugada que marcó el comienzo del fin, Fabbiani se lució con un doble caño y una posterior asistencia a Gigliotti. Pero a los 30 llegó el lujo de Botta ante Barrientos, el volante del Albo lo corrió y cuando el de Tigre ya había largado la pelota, lo atendió con todo desde atrás. Al toque, Rodríguez se trenzó con Román Martínez, Vella le metió una murra a Telechea y Brau cerró la mañana con aquella otra patada sobre el delantero, que generó un nuevo tumulto. El ambiente se había caldeado lo suficiente como para que el árbitro lo enfriara. ¿Cómo? Suspendiéndolo.