Se suspendió el partido entre San Lorenzo y All Boys que se iba a jugar en el Gasómetro, tras el apriete de la barra y la agresión a Bottinelli. La decisión fue del Comité de Seguridad.
Y se paró el fútbol. No todo, sino un partido. Después de un miércoles furioso, de la apretada de la barra a los jugadores, de la agresión física a Bottinelli, de que el defensor anunciara que no jugará más en el club, de la pelea interna Migliore-Botti, el Comité de Seguridad Deportiva tomó la decisión de suspender el partido que se iba a jugar el domingo a la tarde. Iba a ser en el Gasómetro, después de un lío grande que armaron los barras con su ataque.
La determinación fue del Comité, que se lo informó a través de un acta a la AFA, que primero pataleó y que después, obvio, aceptó la decisión. Mientras tanto, Bottinelli sigue licenciado. Y el plantel, antes del entrenamiento en el Hindú Club, se juntó con Sergio Marchi, titular de Agremiados, quien hizo responsable al club por lo sucedido y pidió ayuda al Estado.
La noticia, en este jueves, es que San Lorenzo no juega el domingo y recién lo volvería a hacer el viernes siguiente, en Bahía Blanca. Mientras, los dirigentes deberán comprometerse y hacer las denuncias contra los barras, ésos mismos a los que les vienen abriendo las puertas del club.